♥♀♂La Karakol@♂♀♥

La transformación del régimen político en este territorio se gestó lentamente, la tiranía resistió con fraudes y violencia el embate de los grandes movimientos sociales, de la guerrilla urbana y rural e incluso de la crisis del partido de Estado. La rebelión tocó todos los ámbitos: político, campesino, intelectual y artístico, las comunidades indígenas, los maestros y maestras, las y los estudiantes, los medios y las redes sociales, el sindicato electricista. Emergió un activismo autónomo en cientos de lugares, con diferentes propuestas. Y a pesar de que en varias ocasiones pareció imponerse la rebelión violenta, el movimiento decidió transitar el camino de la revolución pacífica. Sin embargo, el imperio cobró su cuota: la corrupción de las estructuras permitió la emergencia del narcoestado y sus 280 mil víctimas, además de 40 mil desaparecidos y desparecidas, sobretodo jóvenes sin alternativas de empleo y estudio. Al fin la transformación del régimen ha logrado

Zócalo lleno y expectante. Muchas preguntas, un momento de esfuerzo y de  siembra para una cosecha futura.   Venimos de una oscura tiranía, en que la tortura, las masacres, desapariciones y abusos eran el tema cotidiano. Y en la que todo el territorio se convirtió en botín para las grandes empresas y la corrupción, se entregan concesiones a mineras y petroleras solo buscando la ganancia inmediata. Y de pronto parece que marchas, plantones, caravanas, caminatas, huelgas de hambre, denuncias, artículos, libros, gritos, bailes, canciones, levantamientos, todo lo que la gente hicimos, parece tener un punto de encuentro y de llegada. En este Zócalo, donde tzotziles de Larrainzar se encuentran con contingentes de Coahuila y Guerrero, con delegaciones de toda la Ciudad, con la expresión de la marcha del orgullo de hace dos días que aún lleva sus enormes banderas arcoíris, con los danzantes que con sus plumas, sus trajes coloridos y hermosos, bordados y pintados, escuchan a