HONDURAS
Las caravanas y éxodos migrantes comenzaron reuniendo cientos, para pasar a miles en pocas semanas. La mayoría de los migrantes provienen de Honduras, donde los índices de violencia son muy grandes,, prácticamente una persona es asesinada por hora. Esto lo convierte en uno de los lugares mas inseguros del mundo, y en particular una ciudad, la segunda del país, San Pedro Sula, hogar de pandillas y maras que se disputan las rutas de entrada de droga a Estados Unidos.
Criminalizar a los migrantes, solo sirve para depreciar el valor de su fuerza de trabajo cuando llegan al país que anhelan, Estados Unidos, que es también la fuente de su desgracia pues es el lugar en que se consume la gran cantidad de droga que al ser ilegal, provoca la pelea por el tráfico.
Estados Unidos , tierra de migrantes como ninguna, donde incluso el gobernante Trump, no es heredero de cherokis y navajos, sino de migrantes europeos, que huyendo de la guerra y el hambre poblaron esa nación, en la que también sólo al inicio del siglo pasado llegaron 6 millones de africanos. Y en la que hay 34 millones de mexicanos.
Todas, todos somos migrantes, la migración ha creado el mundo, a partir de los grandes éxodos productos de guerra y hambrunas, muy recientemente como producto de la guerra en Siria, 5 millones de refugiados que abrieron este debate en Europa, y que en los países que los han recibido, han aportado conocimientos y tradiciones, pues es Siria, un gran país.
Los refugiados sirios fueron concebidos como una crisis humanitaria de grandes proporciones, en la que diversos paises y la ONU debieron ayudar y participar. Como lo señalaran el Foro Social Mundial de Migraciones que tuvo lugar el año pasado aquí, en el Centro Cultural Tlatelolco, es necesaria una atención global al tema de migrantes y refugiados, así lo señala también el recientemente aprobado Pacto Mundial sobre Refugiados.
La crisis de Honduras es una crisis humanitaria que debe ser atendida globalmente, desde luego impulsando proyectos económicos en la región como plantea la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina). Pero eso demora. Hoy es necesario atender el problema como si se tratara de un terremoto, o un desastre natural, con acciones concertadas de diversos países y de los organismos internacionales, con solidaridad y fraternidad para con los migrantes construir alternativas de derechos humanos y proyectos de empleo transitorio, en los países que atraviesan, como este.
Lanzar un S.O.S. al planeta sobre lo que sucede en Honduras: como miles abandonan el país sobretodo niños, niñas, jóvenes, huyendo de la violencia y el hambre. Los alambres de púas, los muros y los gritos no resuelven el problema. Esperamos pronto la ayuda y el apoyo del mundo, para quiénes, como dice Alejandro Solalinde, son más bien ejemplo de valentía y humanidad. Abrazamos a quiénes caminan....
Nuri Fernández, Espacio Social y Cultural La Karakola
Desesperada caravana de miles de hondureños hacia EEUU
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