Ayotzinapa es semilla
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La
desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la movilización que exige
justicia y presentación de los
desaparecidos, permite tomar conciencia y acción sobre lo siguiente:
1. Todo cambia cuando
este país toma el lugar de Colombia como proveedor de narcóticos al mercado de
Estados Unidos. Un fenómeno económico condujo a la guerra por el territorio, 40
mil desaparecidos, y 280 mil asesinados,
así como las más de 3000 fosas localizadas…son el resultado esta disputa por las vías de acceso, el control de riquezas naturales, así como de
espacios para la siembra y producción. lugares de elaboración y tránsito, es
decir, territorio. En medio de esa disputa entre diferentes grupos está la
población civil como rehén o cómo participante obligado.
2. La generalización de
está economía ilegal, que produce decenas de miles de dólares al año y que casi
iguala a la producción petrolera o a las remesas de los migrantes, solo fue
posible porque esta forma de producción se apoderó de instituciones de estado,
de policías y gobiernos municipales y estatales, de sectores del ejército y la
marina, y de procuradurías y jueces. Desde luego estos hechos se produjeron con
la complicidad del ejecutivo en turno. Nadie quería quedar fuera de tan
importantes ganancias.
3. Ayotzinapa es en realidad un hecho global que muestra
que los grupos que se dedican la producción, elaboración y transporte de narcóticos,
están directamente relacionada con la situación de la drogadicción en Estados Unidos.
La expansión de la producción de heroína en Iguala y el surgimiento de la
heroína negra, que compite ya con la producción de Afganistán, es para
satisfacer el mercado norteamericano, donde hay más de 20 millones de adictos. De
hecho fue la transcripción de las llamadas telefónicos de los miembros de
Guerreros Unidos presos en Chicago, lo que permite saber que posiblemente fue
allá donde se tomaron decisiones sobre la desaparición de los 43 y de otras
personas. El debate sobre la
despenalización tiene que ser también global para ser eficiente.
4. Ayotzinapa muestra
la necesidad urgente del fin del narcoestado,
y de la emergencia de una verdadera procuración de justicia. Con la
liberación de Gildardo López Astudillo, el Gil , dirigente de Guerreros Unidos,
uno de los posibles responsables de la desaparición de los 43, por parte del Juez Primero de Distrito en Procesos Penales, Samuel Ventura Ramos, se muestra la
complicidad del poder judicial en todos sus niveles con el crimen organizado y
la necesidad de que la nueva Fiscalía investigue y se pronuncie. Pues como
informó Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos y presidente de la
Comisión por la Verdad y la Justicia para Ayotzinapa, a la liberación de López Astudillo, pueden
seguir otras, de posibles responsables
directos, ya fueron liberados 24 policías de Iguala, Cocula y Huitzuco y puede ser puesto en libertad Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros
Unidos y posible autor intelectual de la
persecución contra los estudiantes.
5. Los 43 son un hecho
de desaparición política, porque fueron acompañados por la organización: de sus
familiares, de sus compañeros y compañeras normalistas, de periodistas y
artistas independientes, que con libros, artículos, documentales y obras
creativas denunciaron el hecho, y de la sociedad toda que por medio de la
movilización convirtió a los 43 en una
demanda de justicia en este país y en todo el mundo. Esta desaparición, que se
convierte en un hecho político, clama justicia por los miles de desaparecidos y
desaparecidas, y les otorga voz.
6. Se impuso la
violencia, la impunidad y la corrupción en todo el territorio. Los 43 y la
movilización que los acompaña son semilla de cambio de esta situación. Nos
corresponde a todas y todos cuidarla para que fructifique, y dar lo mejor de
cada una, de cada uno en este proceso de transformación.
Nuri Fernández, Espacio Social y Cultural, La Karakola
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