#BuscandoaLula
(febrero 2020) #Brasil #Lula #LulaLivre
#BuscandoaLula
Sao Paulo, su centro histórico, es como un descubrimiento avasallador, llegó y en la esquina que canta Caetano de Ipiranga y avenida San Joao, una muchacha hambrienta se lava en un charco de agua sucia (como en la India, pienso). Las niñas y niños de la calle forman grandes grupos -según organizaciones no gubernamentales hay 70 mil en todo Brasil- en cada cuadra del centro decenas de personas duermen en la calle. Gente sin dientes, en los huesos, algunas embarazadas, piden en la calle (como en África, pienso). Crack y alcohol, consumidos masivamente.
Vengo del sur, de Florianopolis, del campo donde tomo un curso de Danza Duende International Network, vengo de la abundancia y la belleza del campo. El contraste es brutal. Y como siempre noto en Brasil un fuerte racismo, en que las y los afrobrasileiros, no aparecen en televisión o en puestos de responsabilidad, política o social.
En Sao Paulo domina una sola banda de crimen, que nació en un motín carcelario en que murieron más de cien presos. Ahora es una organización paramilitar, ligada fuertemente al régimen de Bolsonaro. En Río de Janeiro varias bandas disputan el territorio, enorme violencia, armamento pesado, (Culiacán, pienso). Las bandas utilizan a la gente que vive en la calle, volviéndonos adictos y dependientes. En Brasil la tasa de desempleo llega casi al 12%, aquí es de menos del 4%....
Para entender Brasil hay que mirar a su oligarquía, militar y civil, grandes propietarios de la tierra, también industria de la construcción y financieras como Odebrecht. Racistas, dueños del Congreso y del Poder Judicial. Aquí en Sao Paulo se respira además del abandono de la gente, un autoritarismo, casi fascista.
En la caída del Partido de los Trabalhadores, el golpe contra Dilma Rousseff, la prisión de Luis Ignacio Lula da Silva y el ascenso de Bolsonaro, intervinieron varios factores. #BuscandoaLula pretende encontrar las causas de estos hechos. Algunas pistas, la pérdida del apoyo de un sector de la izquierda, la enorme campaña en medios de comunicación y el control oligárquico de los poderes.
Llego al Instituto Lula, el lugar desde donde él coordina su actividad y giras. Es un espacio blanco, suave, tranquilo. Me reciben enseguida y me dan el contacto de José Chrispianiano, asesor de prensa de Lula. Antes hablo con Luis Dolci, exministro de Lula, gracias a la ayuda de amigas y amigos de Chile. Todos son muy amables, pero me dicen que la agenda es muy ocupada para los escasos días que tengo yo.
Habló largo por teléfono con José Chrispiniano, amable e inteligente, me dice que Lula está bien de salud, que está haciendo ejercicio en una rutina que comenzó en la cárcel, que pasa tiempo con su familia y con su novia. Pregunto sobre la posibilidad de que vuelva a ser candidato a la presidencia. Está inhabilitado por el proceso judicial. Pero pronto habrá una votación de magistrados en la que podría ser exonerado, y se abriría la posibilidad de su candidatura.
Buscó a Lula en su discurso en Sarzedo, Minas Gerais con 400 miembros del Movimento de los Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) después de graves inundaciones que como siempre afectaron a los más pobres. Lula llama a la militancia del MST a la lucha, “si demostramos miedo vamos a ser diezmados“, afirma. “Hay que hablar más fuerte para enfrentar la entrega de la soberanía nacional por el gobierno de Bolsonaro”.
Hay que defender nuestras conquistas, dice. Van a acabar con la educación, con la inversión en ciencia y tecnología, que son conquistas de la gente. Tenemos que levantar la cabeza y enfrentarlos. En la lógica del gobierno de Bolsonaro afirma, la gente pobre tiene que ser pobre para siempre.
Lula nuevamente agradece a la militancia del MST por la solidaridad demostrada en la Vigilia Lula Livre, en Curitiba, durante los 580 días en prisión. Y enfatiza la importancia de la lucha del MST, no sólo en la ocupación de tierras improductivas, sino en la producción de productos orgánicos y la preservación de la biodiversidad de los alimentos.
Habla de Bolivia, del golpe, motivado, dice, para impedir las políticas de inclusión social y para permitir la apropiación capitalista de la riqueza en ese país.
Y retoma el planteamiento que hiciera en su entrevista con Ignacio Ramonet en la cárcel, publicada por El País, en que afirmaba que el destino de los movimientos depende de la capacidad de construir una narrativa, y dice que hoy es necesario que la narrativa se centre en la soberanía nacional, para garantizar el uso de la riquezas naturales e intelectuales del país al servicio del pueblo brasileiro.
Cita los ataques a la soberanía ocurridos antes en el gobierno de Michel Temer y profundizados por Bolsonaro, que consisten en retirar el dinero de los trabajadores, la permisividad en las políticas ambientales y la entrega de las empresas públicas a manos extranjeras.
Lula se quita un sombrero que lleva en la cabeza, y hace una reverencia al MST. Dice que el Movimiento es una de las cosas más primorosas de la historia de ese país, y que no pueden permitir perder lo que ellos mismos conquistaron.
Si la sociedad está un poco anestesiada y no reacciona, es mucho lo que tendremos que hacer ahora, afirma.
También encuentro un poco de este ex obrero metalúrgico, en la entrevista al diario argentino Página 12, el pasado fin de semana: “Nací pobre, pasé muchas privaciones, soy muy agradecido a Dios porque fue muy generoso conmigo por haber llegado a donde llegué, llegué a ser el presidente más popular de la historia de Brasil, no tengo nada que temer, no va a ser la prisión la que me de miedo tengo la cabeza erguida no me preocupa si ellos quieren detenerme o no. Yo quiero vivir en libertad, tengo derecho a vivir en libertad yo los desafío a ellos desafío a Moro (el juez que lo encarceló) a mostrar una única prueba contra mí, que muestre un real de mi patrimonio que no sea producto de mi trabajo, cuando se tiene la verdad dentro de uno nada da miedo, ya probé mi inocencia.”
Nuri Fernández, Espacio Social y Cultural La Karakola
Lula, entrevista exclusiva
https://www.youtube.com/watch?v=KtrheT4DJNA
Sampa, Caetano Veloso
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